No es normal

En los últimos años hemos adquirido la tendencia, creencia o ilusión de normalizar todo lo que nos sucede. Aparentemente todo «es normal». «Es normal que este estresado, trabajo 8 horas; es normal que mi hijo se enferme una vez al mes el primer año de guardería, es normal que tenga digestiones pesadas y gases», es normal que me duelan los ovarios, es normal tener que ir al médico si tengo fiebre, es normal ir al supermercado, es normal el cambio climático, es normal…

no es normal

No, no es normal. O por lo menos no debería de serlo. Algo está sucediendo en tus narices pero no lo ves, porque crees que «es normal».

No estás cansado solo por el estrés diario, como todos te dicen. Estás cansado porque tu cuerpo está lleno de toxinas en vez de nutrientes.
No tienes sobrepeso, solo porque tienes ansiedad y/o comes demasiado. Tienes sobrepeso porque ingieres «productos químicos comestibles que lo único que te aportan son azúcares, sal, grasas trans y sensación de saciedad». Crees que eres libre y puedes comprar lo más saludable que encuentres pero resulta que el envoltorio dice una cosa pero la etiqueta otra, no puedes escapar de éstos productos, ni tampoco de sus aditivos, conservantes, E-222,  E-528….

No padeces de diabetes tipo 2, tumores o cardiopatías, solo porque es hereditario o genético.

No vives nervioso, agobiado e irritante, por las tantas horas que trabajas o por el clima o por la situación económica. Vives así, porque estás dentro de un sistema enfermo que controla tu vida, LA MATRIX, haciéndote creer que necesitas “aquello que no tienes o algo mejor de lo que ya posees”. Y para adquirir «ese algo», tienes que trabajar más y más duro para poder comprar “aquello que no necesitas”. Dentro del mismo eslabón de la cadena; te hicieron creer que necesitas mucha comida por lo cual compras más de lo que consumes, el resto va a la basura. También te convencieron de que necesitas mucha leche y carne para tener el calcio y el hierro que tu cuerpo necesita. Y allí andas con una lista larguísima de problemas digestivos…

Te hicieron creer que para estar bella y joven, debes usar productos cosméticos, pero se les olvidó decirte que esos productos son elaborados a base de sustancias derivadas del PETRÓLEO.

Se les olvidó decirte que esos perfumes incluso aquellos caros, inciensos, productos de limpieza, aromatizantes, etc., contienen sustancias químicas TÓXICAS que interrumpen el buen funcionamiento de tus tiroides, y demás glándulas.

Ups! Olvidaron decirte que los productos cárnicos que consumes están llenos de hormonas de crecimiento y antibióticos (a los cuales tú te harás resistente).

No quiero darte tantas malas noticias pero también se les pasó decirte que las frutas y las verduras que comes, están llenas de AGROTÓXICOS, fertilizantes, plaguicidas, herbicidas que producen cientos de enfermedades entre ellas el tan temido, cáncer.

Ah! Pero sí te dijeron que separando los residuos o juntando tapitas contribuyes al medioambiente. Pero se les olvidó decirte que lo mejor es NO producir residuos!

Te hicieron creer que la salud es una suerte!

Y también… que las enfermedades que sufres son genéticas y crónicas, nada puedes hacer más que tomar tu medicación.

Que la contaminación es un hecho aislado y que no puedes hacer nada  para mejorar el cambio climático.

Pues, déjame decirte algo… Esto no es una película, esto es la realidad pura y dura al descubierto. Pero el verdadero problema no es todo lo que está pasando contigo, conmigo y con el planeta; el problema es que lo CREIMOS! Y vivimos así lamentándonos pero de brazos cruzados, echados a la suerte!

Quiero invitarte a que DESPIERTES, pongas una mano en el corazón y luego respondas a ésta pregunta:

¿Es COHERENTE todo esto? Es posible que estemos pagando las consecuencias con  nuestra propia salud, de nuestra familia y la del mismísimo planeta? ¿Tiene sentido seguir siendo engañados de tal forma que ya hayamos perdido casi toda nuestra INTUICION?

la matrix, despierta

Déjame decirte lo que está pasando…

Desde la revolución industrial, la alimentación se convirtió en un NEGOCIO,  dejó de ser una necesidad y un derecho básico de los pueblos para transformarse de tal manera que ya lo que comemos NO ES COMIDA! Ni aunque la prepares en casa, o la comas en un restaurante o en un hospital, LA COMIDA DE VERDAD, se está perdiendo. Por eso estoy acá, diciéndote estas cosas que son fuertes, pero alguien te lo tenía que decir y me elegiste a mí.

En 45 años la alimentación ha cambiado más que en los últimos 10.000 años desde que la humanidad está en la tierra. Esto podría explicar el porqué de las pandemias de tantas enfermedades autoinmunes, diabetes, cáncer, cardiopatías y un largo etcétera.

De una dieta mediterránea  basada en  legumbres, cereales, hortalizas, huevos y pescado pasamos a una dieta americana de hamburguesas, patatas fritas, helados, bollería, bebidas azucaradas…¿Cómo podría esto no afectar a nuestras células, incluso a nuestro ADN?

Nos llenaron de químicos el aire, los suelos, la comida, y como si fuera poco también nuestras casas.

Estamos perdiendo la BIODIVERSIDAD de nuestra flora y fauna. En el Amazonas se deforestan miles de héctareas, algo así como el tamaño de una cancha de futbol, por minuto. Países como Argentina, Brasil y Paraguay, están bajo el agua. Poblaciones enteras son fumigadas día tras día sin excepción de niños, bebes o ancianos.

Las altas temperaturas se hacen sentir, perdiéndose estaciones como la primavera o el otoño.

Estamos contaminando el agua, agotando los recursos de los suelos, extrayendo minerales como el cadmio para fabricar teléfonos móviles que tendrán una corta vida útil. Y como si esto fuera poco, destinamos las mejores tierras a la plantación de monocultivos como la soja transgénica, de la cual el 70% se destina al pienso (comida) para animales.

Hemos triplicado el consumo de carne y sus derivados, manteniendo a los animales en pésimas condiciones de salud, vida y muerte.

Hemos perdido el RESPETO POR LA VIDA, LA NUESTRA, LA DE LOS DEMÁS, DE LOS ANIMALES, DE LAS PLANTAS…POR EL PLANETA.

Como si el planeta nos necesitara para seguir su evolución. Somos nosotros los que necesitamos de sus recursos y de su tierra para incluso estar parados sobre ella.

Pero aún asi, nos cuesta creer en la EMERGENCIA en la que nos encontramos.

Me tocó contarte la parte mas dura, pero bueno lo hice. Pero si me leíste hasta aquí, seguramente querrás saber ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA CAMBIAR ESTO?

Pues, muchas cosas. Pero la que creo que es la más IMPORTANTE y significativa, es DEJAR DE AUSPICIAR ESTE SISTEMA DE AUTODESTRUCCION MASIVA.

¿Cómo?

La respuesta es muy sencilla, más de lo que crees. COCINA!! Si ya te lo dije, es ese simple acto… Y ahora voy a hablarte del amor. Después de todo esto, te hablo del AMOR? Estoy loca o qué?

Pues, si, un poco. Pero se puede cambiar esto, desde el amor. Enserio.

Desde el AMOR PROPIO, ¿te amas lo suficiente para querer vivir muy bien, con salud y felicidad? Si la respuesta es sí. Entonces podemos pasar a lo siguiente.

Si te AMAS a ti mismo, ya lo decía el Dalai Lama, podrás AMAR a los demás. Entonces si te amas, te gustaría cuidar de ti. Y quiero contarte que COCINAR tiene que ver con eso. Si cocinas, harás la compra, elegirás los mejores productos, los más naturales y frescos, los llevarás a tu casa, los limpiarás, los condimentarás con lo que más te guste, pondrás quizás hierbas aromáticas y un buen chorrito de aceite de oliva y los transformarás en una deliciosa comida. Y luego te lo comerás…hasta aquí todo bien, verdad? Pero sabes que pasa realmente ahora? Mucho más de lo que esperas.

Al tomar tu bolsa e ir al mercado (incluso mejor si vas en bicicleta), hablarás con el productor de esos tomates, patatas y cebollas y le dirás que te de los mejores de su terreno, llevarás algunas cosas más e irás por un poco de arroz. Leyendo las etiquetas te asegurarás que sea nacional o incluso mejor que sea de tu ciudad o una cercana y que esté libre de transgénicos (GMO),  lo mismo harás con el aceite de oliva. Al fin llegarás a tu cocina y harás esa deliciosa comida. Al comerla recién hecha, sentirás un gran orgullo de haberlo hecho con tus propias manos.

pastilla roja o azul

¿Sabes qué hiciste hasta aquí?

Compraste productos de proximidad, variedad local, de KM0 esto quiere decir que ayudaste a reactivar el mercado local, a la recuperación de variedades locales de frutas y verduras que se están perdiendo, esos productos no han recorrido miles de km, generando contaminación; las hortalizas y verduras que adquiriste han madurado en su propia planta, absorbiendo hasta la ultima bocanada de nutrientes.

«Cambiaste el lugar de compra, de grandes cadenas de supermercados por vendedores y productores locales, dejaste de auspiciar con tu dinero la deforestación, la contaminación, la producción de residuos innecesarios, la desaparición de biodiversidad silvestre, la devastación de poblaciones originarias, el maltrato animal. Y como si todo esto fuera poco, al cocinar tu comida de verdad, no incorporaste ni aditivos, ni conservantes, acidulantes, grasas trans, ni demás productos químicos. Eso se traduce, en que a esa comida de verdad, tu cuerpo la metaboliza sin problemas, separa los nutrientes y los desperdicios y cada cual va a su sitio. Y adivina que? Estas nutrido! Cada una de tus células recibió su ATP (adenosin trifosfato), la energía vital que necesitan para su genial funcionamiento!

Lo lograste! Con tu “SIMPLE” pero GIGANTESCO ACTO DE AMOR HACIA TI MISMO, hiciste todo esto! Y además te llenaste de salud, vitalidad y calidad de vida. Imagina por un momento que esto lo haces todos los días y que además vas contagiando con tu ejemplo a otros! Y cada vez más gente comienza a hacer lo mismo. Eso si que será GRANADIOSO! Y yo no me lo pienso perder!

Por eso quiero acompañarte a salir de LA MATRIX con la frente bien alta.

Cambia el destino de tu plato! Y cambiarás el 90 % de tu vida y la de todos lo que te rodean!!

Y tú, cúal pastilla escoges la roja o la azul?

 

Un fuerte abrazo desde el otro lado

Veronica

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